martes, 13 de septiembre de 2011

La esencia de la gracia

Juan si que supo captar en su evangelio cual es la esencia de la gracia.

“Si me amáis, guardad mis mandamientos.”

Juan 14:15

¿Se ha puesto a pensar, por que, obedece a Dios? Piénselo ¿Por que?

¿Por que “en la obediencia esta la bendición”? O sea, por interés.

¿Por que sino se va al infierno? Por temor al castigo.

Yo creo que solo existe aquella respuesta de Juan 14:15: “Por amor”

Sabe existen leyes en las naciones que condenan a las madres que descuidan a sus hijos.

Una mujer podría ir presa, si se demostrara que no provee abrigo, limpieza, alimento y salud a su bebe recién nacido.

Ahora ¿por que una mamá, abriga, limpia, alimenta e intenta que su bebe recién nacido este sano? ¿Lo hace por que lo debe hacer? (obligación) ¿Lo hace por que no quiere que la lleven presa? (temor) ¡NO! Lo hace porque ama a ese niño y estaría dispuesta no solo a hacer lo que “debe” sino aun a dar su vida por ese niño.

¿Y si desconociese que existe una ley que la condena? ¿Igual lo haría? ¡Claro!

¿Y si esa ley no existiese? ¿Igual lo haría? ¡Absolutamente, sin duda alguna!

Ahora bien, ¿sabia usted que las leyes del Antiguo Testamento caducaron? ¿Sabia que esas leyes ya no tienen ninguna injerencia en su vida? ¿Sabia que esa ley murió, no existe mas, desapareció y no debe ser cumplida? Algunos al leer esto, están montando en cólera, con ganas de buscarme para pegarme. No quieren enseñar esto en sus iglesias. Esto los asusta. Quieren ser guardianes de la moral, de las personas. Piensan que si enseñan esto, las personas se van a lanzar al libertinaje y a la vida disipada ¡Eso es una tontería! (Disculpe, no quiero ser irrespetuoso, pero lo es).

Es como pensar que una madre dejaría de amar y cuidar a sus hijos, si la ley dejase de castigarla. ¡Cuando se ama, esto es imposible de hacer!

Para demostrar este argumento piense por un momento en la cantidad de madres, que, a pesar de existir esa ley de protección a los niños, aun así, los abandonan recién nacidos en basurales, o hasta los lastiman, arriesgándose aun, a ir a la cárcel por ello.

Piense también, cuantas madres, en tribus semi salvajes, que no tienen acceso a lectura o escritura y por lo tanto desconocen toda ley, están dispuestas a dar la vida por sus hijos. ¿Lo entiende? No es la obligación o el temor impuesto por una ley lo que hace que las mamás del mundo cuiden, protejan y aun sobre protejan a sus hijos. Aquí quedaría perfecto aquello que dijo el autor de Hebreos en 7:19:

“pues nada perfeccionó la ley”

Lo único que vale para cumplir con las demandas divinas, el único combustible útil, para que ese mecanismo funcione, es el amor.

Y es por eso que la única medida que existe, para saber cuanto amamos a Dios, es la cantidad de deseo, de hacer lo que le agrada.

Si el deseo de hacer lo que a Dios le agrada es cero, nuestro amor por él es cero. Y si el amor con el que usted ama a Dios es cero, lamento informarle que usted aun no se convirtió. Y si usted aun no se convirtió, por mas leyes que le impongan, y por mas que lo asusten con mil infiernos, usted será como esa madre que tira a su bebe en un basural. Es posible que la presión social, o el temor lo eviten. Pero en su corazón usted lo hará igualmente.

Por eso la “Ley de Cristo” no tiene que ver con acciones, sino con intenciones y pensamientos internos, que solo Dios y usted conocen.

Y es por eso también que la conversión, no es cumplimiento de leyes, o mejora de conducta, forma de hablar o vestir, sino NUEVA NATURALEZA (la cual va precedida por un nuevo nacimiento) y un cambio de corazón. ¿Lo recuerda? Dios quita el corazón de piedra (impenetrable, al que nada le importa) y en su lugar coloca uno de carne (que siente, se duele, se lastima).

“Os daré corazón nuevo, y pondré espíritu nuevo dentro de vosotros;

y quitaré de vuestra carne el corazón de piedra, y os daré

un corazón de carne. Y pondré dentro de vosotros mi Espíritu, y

haré que andéis en mis estatutos, y guardéis mis preceptos,

y los pongáis por obra”.

Ezequiel 36:26-27

Jesús, sigue enseñando acerca de la esencia de la gracia, dice lo mismo, pero con otras palabras:

“El que tiene (es algo suyo, le pertenece, lo tiene incorporado)

mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama,

será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a el”.

Juan 14:21

Así que amor = hacer su voluntad = presencia divina = mayor deseo de agradarle = mas amor = mas presencia divina = mayor deseo de hacer su voluntad.... ad infinitum.

Otra vez, pero añadiendo algo:

“El que me ama, mi palabra guardará;

y mi Padre le amará, y vendremos a él,

y haremos morada con él”

Juan 14:23

¿Ocurría esto bajo la ley? ¡NO! ¡Dios no venia a usted, usted debía ir a El! Debía usted subir a Jerusalén tres veces al año, en las fiestas mas importantes. Y se podría decir mas solo había para usted una oportunidad entre varios millones, de que pudiese “realmente” acercarse al Señor, y es que usted fuera Sumo Sacerdote.

¿Por que Dios se acerca a una persona? ¿Por lo muy obediente que es a los mandamientos? Da la impresión, mirando la historia de los reyes de Judá, que el mas obediente, fue un tal Josias. No obstante, murió joven, y la única vez que desobedeció lo pago con su vida (para colmo lo mato un impío)

David fue el mejor rey de Judá e Israel, pero nadie podrá decir que este hombre fue un ejemplo de obediencia: asesino, adultero, mujeriego, vengativo, sanguinario, hasta a veces mentiroso y ladino. No obstante, es el, y no Josias, el “Hombre conforme al Corazón de Dios”.

Lo que atrae a Dios es el amor. Es un imán para Dios. El amor no siempre se expresa en el tácito cumplimiento de los mandamientos, sino en el ferviente deseo de hacerlo (el cual para Dios es mas valioso, que las mismas acciones) David es un ejemplo de persona que desea guardar la Palabra, porque el ama la Voluntad Divina y ama al Señor, pero no puede, no le sale, le sale mal. Quizá otro con ese mismo drama fuese Pablo:

“Porque lo que hago, no lo entiendo;

pues no hago lo que quiero,

sino lo que aborrezco, eso hago”.

Romanos 7:15

Jesús concluye:

“El que no me ama, no guarda mis palabras”

Juan 14:24

Y como si todo lo que vino diciendo, fuese insuficiente, ahora incluye a la tercera persona de la trinidad. De ahora en mas, no importa si tu memoria es buena o mala, si sabias lo que el Padre quería o no. A tu vida será enviado el Espíritu Santo. Su función no será darte amor, eso lo harán el Padre y el Hijo. Jesús explica claramente, cual será la función del Espíritu Santo:

“Mas el Consolador, el Espíritu Santo,

a quien el Padre enviará en mi nombre,

él os enseñará todas las cosas, y os recordará

todo lo que yo os he dicho”

Juan 14:26

¿Cual es la función del Espíritu Santo entonces? Enseñar y recordar. Enseñarme “como hacerlo” Recordarme “que hacer”.

¿Y sabe que es lo mejor?: Será fácil. Deje de preocuparse, el asunto FUNCIONARA. Es por eso, que en este contexto, y no en otro, esta el siguiente versículo:

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy

como el mundo la da. No se turbe

vuestro corazón, ni tenga miedo”

Juan 14:27

¿Amare, no amare? ¿Cumpliré, no cumpliré?, ¿Recordaré?, ¿Sabré como hacerlo?, ¿Tendré fuerzas para llevarlo a cabo? Una sola respuesta: PAZ. Ten PAZ. Dios esta en control.