lunes, 29 de agosto de 2011

OCHO PASOS PARA OBTENER NUESTRO PROPIO SACERDOTE



Seguramente, usted estaba pensando en consagrar a alguien como sacerdote, (sobrino, yerno, cuñado, etc.) es muy simple, solo deberá seguir este sencillo proceso de ocho pasos (Exodo 29)

Paso 1. Lleve a la persona a la puerta del tabernáculo y báñela (v.4)

Paso 2. Vista a la persona con las vestiduras sacerdotales (v.5)

Paso 3. Unja a la persona con el aceite de la unción (v.7) Paso 4. Sacrifique una victima inocente a fin de que la persona sea perdonada (v.14)

Paso 5. Unte sangre de la victima inocente sobre el lóbulo de la oreja de la persona, el pulgar de la mano y el dedo gordo del pie (v.20) Paso 6. Ahora la persona debe comer la ofrenda ya que esto le otorgará autoridad y dignidad sacerdotal (v.33)

Paso 7. Recuerde que este es un proceso lento que lleva una semana (v.35)
Paso 8. Este paso es el más sencillo: cada día, mientras la persona viva, sacrifique usted un cordero al amanecer y otro al atardecer, este simple paso completara el proceso, y tendrá usted su propio sacerdote (v.44) Bien, saliendo de la broma, este proceso es simbólico y representativo de lo que Dios hace con cada uno de nosotros. Aunque lo he repetido muchas veces esto en este blog, me reitero:

DELANTE DEL SEÑOR, CADA PERSONA QUE SE ACERCA A EL, ES CONSIDERADA UN SACERDOTE. El paso 1, aquel baño o lavamiento, fue efectuado cuando llego usted manchado con las inmundicias de su pecado, y todas y cada una fueron lavadas por la sangre del Señor. El paso 2, es algo que se menciona muchas veces en la Biblia: Dios le vistió con vestiduras que le confirieron dignidad. Recuerde sino, lo que hizo el padre de familia con el hijo prodigo, o lo que dice Efesios 4 acerca de “vestirse del nuevo hombre” o en el capitulo 6 del mismo libro cuando habla de colocarse la armadura.

El paso 3, “la unción” es la llenura y el poder del Espíritu que nos fueron
conferidos, a fin de tener el poder suficiente para llevar a cabo las altas
demandas divinas. El paso 4, es el paso imprescindible. Nos recuerda que ser cristiano, nada tiene que ver con nuestros meritos personales, sino que fue necesario que Cristo (la victima inocente) diera su vida en nuestro lugar.

El paso 5, (la unción con sangre del lóbulo de la oreja, el pulgar y el dedo gordo del pie) nos recuerda que la salvación tiene fines prácticos, y debe influir en lo que oímos, (lóbulo de la oreja) hacemos (pulgar de la mano) y en nuestro caminar diario (dedo gordo del pie)
El paso 6, habla de la comunión intima con el Hijo y nos recuerda irremisiblemente a aquel comentario de Jesús que hirió tanto la
sensibilidad de quienes lo seguían; al punto que aquel día casi se queda solo. Recuerde (Juan 6:53) “... Si no coméis la carne del Hijo del Hombre, y bebéis su sangre, no tenéis vida en vosotros” Texto que algunos usan para justificar que la hostia y el vino de la misa se convierten literalmente en músculos, grasa, glóbulos rojos, blancos y plaquetas respectivamente. Pasando por alto, sin pudor alguno, el versículo 63: “El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida”

Los pasos 7 y 8 hacen referencia a que la metamorfosis de hombre pecador a sacerdote. Tiene dos partes. Una es inmediata,instantánea, y ocurre el día que nos convertimos y tiene que ver con el perdón de nuestro pecado, la
dignidad con la que somos revestidos, la unción del Espíritu Santo que nos es dada, todo lo cual ocurre en el mismo instante de nuestra conversión. Pero hay también una segunda parte, que lejos de ser instantánea es, lenta, progresiva y lleva toda una vida desarrollarla, y tiene que ver con nuestra diaria comunión, nuestra diaria intimidad y nuestro diario caminar con el Señor He visto como muchas personas pasan por alto este punto tan importante. Creen que la salvación de una persona comienza y termina en una “oración de entrega”. La salvación es más que eso, es comunión íntima y diaria con el Señor. ¿Como esta usted, sacerdote, en este aspecto? ¿Come usted del cordero por la mañana y por la tarde, o se conforma con comer los domingos, o una vez al mes, en el culto de santa cena, o dos o tres veces al año en Pascua y Navidad por ejemplo? ¿Como es usted, sacerdote, en este aspecto? ¿es usted una de esas personas que esperan que otros les den de comer en la boca? ¿vale decir: va al culto esperando que lo “ministren”, le oren, lo “lleven” a la adoración, le “transfieran la unción” o por el contrario es uno de esos cristianos que ha desarrollado una vida propia de comunión e intimidad con el Señor. Quiera Dios que sea usted uno de estos últimos.

sábado, 20 de agosto de 2011

LENCERIA SACERDOTAL

Ya voy a continuar, con Éxodo 28, pero antes permítame contarle una pequeña historia, que me va a ayudar a darle claridad al tema del que voy a hablar hoy.

Josef, es ingeniero retirado, buen vecino y felizmente casado con su esposa desde hace muchísimos años.

Su casa es hermosa, tiene tres plantas y en la terraza hay un precioso jardín, con césped, árboles y bonitas plantas muy bien cuidadas.

El, con su familia, viven en el primer y segundo piso, mientras que en la planta baja hay tres viviendas que la familia del anciano de 73 años alquila para aumentar los ingresos de su jubilación.

Quizá, lo más hermoso de la casa, sea el enorme jardín trasero, con su piscina cubierta, sus hermosos pinos y un césped bien cuidado.

La historia de amor entre Josef y Rosemarie, comenzó cuando el tenia 22 años y ella 17, y dio como fruto, siete hijos que ya son adultos. Uno no puede dejar de llenarse de ternura, cuando ve a Josef, pasear serenamente con sus cuatro nietos.

Como todos, Josef y Rosemarie, han tenido que soportar duras tormentas durante su vida.

El, fue hijo de una madre soltera que no lo amaba y lo castigaba cruelmente. Nunca conoció a su padre Pero nada de eso fue comparable a la horrible herida que les dejó Elizabeth, su hija, cuando a los dieciocho años, decidió marcharse con una secta, y ya nunca volvió.

Conservan de Elizabeth, cuatro nietos, que ella dio a luz y se los dejo a sus padres para que los cuidaran.


Pero Josef esconde un secreto.

Todos tenemos secretos, pero el de Josef es aterrador.

El, en realidad, violó a su hija Elizabeth, y lo hizo desde que ella tenía once años. “Eso explica, porque ella, a los dieciocho años huyo con una secta”, pensara usted. No. Es un poco más complejo. En realidad, lo que verdaderamente ocurrió, fue que un día de tantos, cuando Elizabeth tenia dieciocho años, su padre le pidió que le ayudara a sacar un paquete del sótano. Josef volvió a subir, Elizabeth jamás volvió. “¡La mató!” pensara usted. No, es aún más complejo. En realidad, la drogó, la esposó y la encerró en un calabozo, que el mismo, se había dedicado a preparar años antes.

Allí la mantuvo encerrada hasta que la niña, cumplió cuarenta y dos años, que fue el momento, en que la policía austriaca, descubrió el asunto.

En esos veinticuatro años, en los que ella estuvo encerrada, nunca volvió a ver la luz del sol.


Josef Fritzl (“El monstruo de Amstetten”) se dedico a violarla sistemáticamente. Resultado de esas violaciones, Elizabeth parió sola en el calabozo, siete hijos: Una niña llamada Krestin, cuando Elizabeth llevaba cuatro años de encierro, dos años después llego Stefan, ambos estuvieron encerrados en el calabozo con su madre, sin haber visto jamás la luz del sol (no había siquiera una hendidura hacia el exterior). Luego nacieron Lisa, Monika y Alexander, que Josef y su esposa criaron desde recién nacidos, contándoles la historia de la secta (según Josef, Elizabeth tenia hijos, los traía hasta la puerta de la casa de sus padres con una nota, y volvía a irse) El ultimo niño tuvo un gemelo, que a causa de las condiciones de insalubridad del calabozo, murió a los pocos días de nacer. Josef para deshacerse del cadáver lo incinero en el horno de su propia casa.

Durante los primeros nueve años, el calabozo solo tenia una habitación, por lo cual, él violó a Elizabeth, a la vista de los niños que vivían con ella encerrados.

La horrible historia, tiene mas detalles, cada cual mas horrendo y desagradable.

Quiero aclarar, por si entre los que leen hay algún desprevenido, que esto no es un argumento inventado por algún novelista, de mente retorcida. Sino una historia real, ocurrida entre los años 1984 y 2008, en el pueblo austriaco de Amstetten.

Luego de descubrir aquello, la policía investigo a Fritzl, y descubrió que en diferentes ciudades, había sido denunciado por exhibicionismo e intento de violación, y que en 1968 había pasado 18 meses preso por una violación comprobada.

Ahora si -después de haberle amargado el día- permítame seguir con Éxodo 28.


En el versículo 42, está la última prenda de la vestidura sacerdotal. No está a la cola, por ser la menos importante. Quizá sea lo contrario.

Por si no tiene Biblia a mano Éxodo 28:42 dice:

“Y les harás calzoncillos de lino, para cubrir su desnudez....”

Yo no se, cuantas predicaciones, enseñanzas o sermones, habrá usted escuchado desde el pulpito, acerca de “calzoncillos”. Pero ahí esta, en la misma lista de vestiduras sacerdotales, que el pectoral, las hombreras o la mitra.

Evidentemente, la ropa interior, no esta a la vista de los demás. Es una de las cosas que uno quiere mantener en privacidad, pero no por eso carece de importancia.



Así como cada cosa, tiene su lugar en la vestidura sacerdotal, y así como, cada prenda representa un área de nuestra vida. La ropa interior, representa una de las áreas más importantes, en la vida de una persona: el sexo.

Quizá no exista impulso humano más poderoso que el sexo.

Creado por Dios para beneficio del hombre. Sin embargo mal encaminado puede ser la fuerza destructiva más poderosa que se conoce. Prueba de ello, es la historia que recordamos arriba. Prueba de ello son también, los millones de asesinatos de bebes no nacidos, que se cometen cada año, las millones de violaciones (aun a niños pequeños) que destruyen, en forma permanente -salvo por la intervención divina- su salud física y psicológica, su autoestima y aun el desempeño que tendrán luego como padres y esposos. Prueba de ello es también, la esclavitud sexual a la que son sometidos millones de niñas y niños, el secuestro de mujeres jóvenes con este fin, los miles de millones que gana anualmente la industria de la pornografía, el flagelo del SIDA -de naturaleza tan violenta y asesina- que opacó, casi por completo, al resto de las enfermedades de transmisión sexual, que siguen matando y dañando la salud de las personas como nunca antes. Y la lista sigue.

Todo esto sin contar “males menores” (en comparación a los mencionados anteriormente) como lo son el divorcio, el abandono de chicos, la infidelidad, y otros tantos millones de seres destruidos.

Eso es el sexo. Una fuerza ferozmente poderosa, que bien usada da vida, felicidad y plenitud, pero que si se le da mal uso provoca devastación y muerte.


Cuando Dios, pensó en esta área del sacerdote, le pidió a Moisés que elaborara “calzoncillos de lino”. Es interesante de ver, que esta prenda, que permanecía oculta, estaba elaborada del mismo material que las prendas que estaban a la vista (lino) No había diferencia en la calidad de lo que se veía y lo que no se veía.

Perdóneme, voy a repetir esto:

No había diferencia en la calidad de lo que se veía y lo que no se veía.

Si bien hay una exposición brutal y descarada de lo sexual. Para una gran parte de las personas, este tema tiene que ver con lo privado y secreto. Y es así, que miles de “sacerdotes” en el mundo, llevan una vida de cierta “calidad” ante los demás, pero una vida deplorable en lo secreto.

No cuento con estadísticas, pero estoy seguro que debe ser esta (junto con el dinero) la causa mas importante, de la caída de pastores, ministros y lideres religiosos


Como dijo aquel pensador: “el carácter de un hombre, y quien es realmente, se podría descubrir, viendo lo que hace, cuando nadie lo ve”


Pero no olvide, lo vean los hombres o no, Dios espera que esta área tan importante de nuestras vidas (aunque oculta) Este elaborada del mismo material que nuestras áreas visibles.

Sacerdote, antes de irse, una pregunta, ¿el área sexual, en su vida, esta bordada, con los hilos de oro, de la santidad, o en esta faceta de su vida cristiana esta usted desnudo?

jueves, 11 de agosto de 2011

¿Que tienen en la cabeza los sacerdotes?

Si usted, es una de las primeras veces que lee este blog, probablemente este un tanto perdido.

Lo que en realidad estoy haciendo son pequeñas reflexiones acerca de la Biblia.

Me he detenido por algunas semanas específicamente en el libro de Éxodo. Y sobretodo me he concentrado en el capitulo 28 donde este libro describe las vestiduras del Sumo Sacerdote de Israel. La pregunta del millón es: ¿que tengo que ver yo, con la ropa de un sacerdo

te que dejo de existir hace 1941 años? La respuesta es: mucho.

Hace 1941 años (año 70 d.C) los ejércitos al mando de un general romano, llamado Tito, destruyeron el templo de Jerusalén. En ese momento la figura del Sumo Sacerdote del templo desapareció en la niebla de la historia. No hubo mas templo, no hubo tampoco mas sacerdotes que ministraran en el.

Ahora bien, el sacerdocio de aquel templo, había sido instituido por Dios 1600 años antes de Cristo (1941+1600 = 3541) estamos hablando de cuestiones que tienen mas de 3500 años de antigüedad ¿en verdad esto tiene relación con nosotros hoy? Si, mas de lo que usted imagina.

Cuarenta años antes de que el templo y el sumo sacerdocio desaparecieran, Jesús iba caminando por Jerusalén con sus discípulos, y alguien dijo:

“Maestro mira que piedras, y que edificios. Jesús, respondiendo,

le dijo: ¿ves estos grandes edificios? No quedara piedra

sobre piedra,

que no sea derribada” (Marcos 13: 1, 2)

Según relata el historiador, judeo-romano, Flavio Josefo, en su libro “Guerras de los judíos”, cuando el ejercito de Tito comenzó a saquear Jerusalén, se corrió el rumor de que cada bloque que conformaba la estructura del templo, estaba asentado sobre una lamina de oro. Así que fue cuestión de decisión, desarmar completamente aquel edificio, piedra por piedra. No se sabe si encontraron alguna lámina de oro. Lo que si se sabe es que cumplieron al pie de la letra la profecía del Señor Jesús.

No pareció afectarle demasiado el tema a Jesús. Y es que él sabia, que en el momento de su muerte y su resurrección se inauguraría un nuevo templo, una nueva adoración, y un nuevo sacerdocio.

El nuevo templo:

“¿No sabéis que sois templo de Dios y que

el Espíritu de Dios mora en vosotros?”

1ª Corintios 3:16

Una nueva adoración:

“...la hora viene, cuando ni en este monte ni en Jerusalén

adorareis al Padre... Mas la hora viene, y ahora es, cuando

los verdaderos adoradores adoraran al Padre en espíritu

y en verdad... Dios es Espíritu; y los que le adoran,

en espíritu y en verdad es necesario que adoren”

Juan 4: 21- 24


Un nuevo sacerdocio:

“...vosotros también... sed edificados como... sacerdocio santo,

para ofrecer sacrificios espirituales aceptables a Dios

por medio de Jesucristo... vosotros sois... real sacerdocio...

adquirido por Dios.”

1ª Pedro 2:5 y 9

¿Donde encaja entonces, en este nuevo orden de cosas, el tema de las vestiduras sacerdotales mencionada en Éxodo 28? O más aun podríamos preguntarnos ¿de que sirve leer Éxodo, o aun el Antiguo Testamento si todo aquello ha caducado? Bien. El autor de Hebreos y el Apóstol Pablo dan la respuesta: El autor de Hebreos refiriéndose al tabernáculo y al sacerdocio del Antiguo Testamento, dice que son:

“...figura y sombra de las cosas celestiales...”

Hebreos 8:5.

Usted no es su sombra, ni su sombra es usted. Pero si un día caminando por una vereda ancha, observa que su sombra la ocupa por completo, quizá, esa visión le ayude a comprender que ponerse a dieta no le vendría nada mal.

Una fotografía de un elefante, no es un elefante, pero si usted, nunca vio uno de estos animales, quizá aquella imagen le ayude a comprender como es uno.

Las cosas “celestiales” son difíciles de comprender. La dificultad radica, en que nosotros somos terrenales. Las “figuras y sombras” que proyecta el Antiguo Testamento nos ayudan a comprender, un poco, al menos, lo que de otra forma seria inalcanzable para nosotros.

El Apóstol Pablo dirá acerca del Antiguo Testamento:

“Porque las cosas que se escribieron antes,

para nuestra enseñanza se escribieron...”

Romanos 15:4

Entonces todo el Antiguo Testamento, tiene algo que decirnos, es una ilustración de como debe ser un creyente hoy, de como debe vivir, servir y adorar. Y sin el apoyo del Antiguo Testamento, las verdades profundas, de nuestra nueva vida en Cristo, quedarían tan escondidas, que para nuestras mentes terrenales, serian absolutamente incomprensibles.

Por eso yo, dedique este tiempo a revisar cuestiones que tienen mas de 3500 años de antigüedad, pero que en verdad tienen intima relación con nosotros hoy.

Echa esta extensísima aclaración, quisiera volver a Éxodo 28. En el versículo 36, dice que el sacerdote debía llevar en la frente un “cartel de oro”. Era imposible mirar a ese hombre a la cara sin ver aquello. Lo llevaba sobre la frente (mente, pensamientos, imaginación).

Lo que nosotros pensamos, aquello que inunda nuestra mente, va a determinar consecuentemente, lo que sentimos, decimos y hacemos. Y por lo tanto determinara también lo que verán las demás personas en nosotros.

O sea, las personas no verán en mi, lo que yo deseo mostrar. Sino que verán en mi, que es aquello que satura mi mente.

El cartel decía: “CONSAGRADO AL SEÑOR”.

Si eso es lo que satura su mente, no habrá forma de que las personas vean otra cosa. Usted podrá negar y renegar, pero finalmente será como Pedro:

“Verdaderamente también tu eres de ellos,

porque aun tu manera de hablar te descubre”

Mateo 26:73

Pero esto, también ocurre en el sentido inverso. Si el cartel que usted lleva en la frente dice

“CONSAGRADO AL PLACER” o

“CONSAGRADO AL DINERO” o tal vez,

“CONSAGRADO A MI MISMO”

no importara cuanto hable, niegue o reniegue. Podrá enronquecer cantando alabanzas. Podrá pasar largas horas orando. Días enteros ayunando. Irse a vivir en la iglesia. Postrarse ante el altar en todos los cultos. Danzar y saltar como David. Y aun así no habrá manera de que los demás vean en usted a alguien “CONSAGRADO AL SEÑOR”. Finalmente será usted lo contrario de Pedro, andará por ahí diciendo: “soy un CONSAGRADO AL SEÑOR”. Pero quien lo vea dirá, -no “Verdaderamente tu NO eres de ellos, porque aun tu manera de hablar te descubre”

Lo invito a reflexionar hoy: ¿Que satura su mente sacerdotal?