sábado, 20 de agosto de 2011

LENCERIA SACERDOTAL

Ya voy a continuar, con Éxodo 28, pero antes permítame contarle una pequeña historia, que me va a ayudar a darle claridad al tema del que voy a hablar hoy.

Josef, es ingeniero retirado, buen vecino y felizmente casado con su esposa desde hace muchísimos años.

Su casa es hermosa, tiene tres plantas y en la terraza hay un precioso jardín, con césped, árboles y bonitas plantas muy bien cuidadas.

El, con su familia, viven en el primer y segundo piso, mientras que en la planta baja hay tres viviendas que la familia del anciano de 73 años alquila para aumentar los ingresos de su jubilación.

Quizá, lo más hermoso de la casa, sea el enorme jardín trasero, con su piscina cubierta, sus hermosos pinos y un césped bien cuidado.

La historia de amor entre Josef y Rosemarie, comenzó cuando el tenia 22 años y ella 17, y dio como fruto, siete hijos que ya son adultos. Uno no puede dejar de llenarse de ternura, cuando ve a Josef, pasear serenamente con sus cuatro nietos.

Como todos, Josef y Rosemarie, han tenido que soportar duras tormentas durante su vida.

El, fue hijo de una madre soltera que no lo amaba y lo castigaba cruelmente. Nunca conoció a su padre Pero nada de eso fue comparable a la horrible herida que les dejó Elizabeth, su hija, cuando a los dieciocho años, decidió marcharse con una secta, y ya nunca volvió.

Conservan de Elizabeth, cuatro nietos, que ella dio a luz y se los dejo a sus padres para que los cuidaran.


Pero Josef esconde un secreto.

Todos tenemos secretos, pero el de Josef es aterrador.

El, en realidad, violó a su hija Elizabeth, y lo hizo desde que ella tenía once años. “Eso explica, porque ella, a los dieciocho años huyo con una secta”, pensara usted. No. Es un poco más complejo. En realidad, lo que verdaderamente ocurrió, fue que un día de tantos, cuando Elizabeth tenia dieciocho años, su padre le pidió que le ayudara a sacar un paquete del sótano. Josef volvió a subir, Elizabeth jamás volvió. “¡La mató!” pensara usted. No, es aún más complejo. En realidad, la drogó, la esposó y la encerró en un calabozo, que el mismo, se había dedicado a preparar años antes.

Allí la mantuvo encerrada hasta que la niña, cumplió cuarenta y dos años, que fue el momento, en que la policía austriaca, descubrió el asunto.

En esos veinticuatro años, en los que ella estuvo encerrada, nunca volvió a ver la luz del sol.


Josef Fritzl (“El monstruo de Amstetten”) se dedico a violarla sistemáticamente. Resultado de esas violaciones, Elizabeth parió sola en el calabozo, siete hijos: Una niña llamada Krestin, cuando Elizabeth llevaba cuatro años de encierro, dos años después llego Stefan, ambos estuvieron encerrados en el calabozo con su madre, sin haber visto jamás la luz del sol (no había siquiera una hendidura hacia el exterior). Luego nacieron Lisa, Monika y Alexander, que Josef y su esposa criaron desde recién nacidos, contándoles la historia de la secta (según Josef, Elizabeth tenia hijos, los traía hasta la puerta de la casa de sus padres con una nota, y volvía a irse) El ultimo niño tuvo un gemelo, que a causa de las condiciones de insalubridad del calabozo, murió a los pocos días de nacer. Josef para deshacerse del cadáver lo incinero en el horno de su propia casa.

Durante los primeros nueve años, el calabozo solo tenia una habitación, por lo cual, él violó a Elizabeth, a la vista de los niños que vivían con ella encerrados.

La horrible historia, tiene mas detalles, cada cual mas horrendo y desagradable.

Quiero aclarar, por si entre los que leen hay algún desprevenido, que esto no es un argumento inventado por algún novelista, de mente retorcida. Sino una historia real, ocurrida entre los años 1984 y 2008, en el pueblo austriaco de Amstetten.

Luego de descubrir aquello, la policía investigo a Fritzl, y descubrió que en diferentes ciudades, había sido denunciado por exhibicionismo e intento de violación, y que en 1968 había pasado 18 meses preso por una violación comprobada.

Ahora si -después de haberle amargado el día- permítame seguir con Éxodo 28.


En el versículo 42, está la última prenda de la vestidura sacerdotal. No está a la cola, por ser la menos importante. Quizá sea lo contrario.

Por si no tiene Biblia a mano Éxodo 28:42 dice:

“Y les harás calzoncillos de lino, para cubrir su desnudez....”

Yo no se, cuantas predicaciones, enseñanzas o sermones, habrá usted escuchado desde el pulpito, acerca de “calzoncillos”. Pero ahí esta, en la misma lista de vestiduras sacerdotales, que el pectoral, las hombreras o la mitra.

Evidentemente, la ropa interior, no esta a la vista de los demás. Es una de las cosas que uno quiere mantener en privacidad, pero no por eso carece de importancia.



Así como cada cosa, tiene su lugar en la vestidura sacerdotal, y así como, cada prenda representa un área de nuestra vida. La ropa interior, representa una de las áreas más importantes, en la vida de una persona: el sexo.

Quizá no exista impulso humano más poderoso que el sexo.

Creado por Dios para beneficio del hombre. Sin embargo mal encaminado puede ser la fuerza destructiva más poderosa que se conoce. Prueba de ello, es la historia que recordamos arriba. Prueba de ello son también, los millones de asesinatos de bebes no nacidos, que se cometen cada año, las millones de violaciones (aun a niños pequeños) que destruyen, en forma permanente -salvo por la intervención divina- su salud física y psicológica, su autoestima y aun el desempeño que tendrán luego como padres y esposos. Prueba de ello es también, la esclavitud sexual a la que son sometidos millones de niñas y niños, el secuestro de mujeres jóvenes con este fin, los miles de millones que gana anualmente la industria de la pornografía, el flagelo del SIDA -de naturaleza tan violenta y asesina- que opacó, casi por completo, al resto de las enfermedades de transmisión sexual, que siguen matando y dañando la salud de las personas como nunca antes. Y la lista sigue.

Todo esto sin contar “males menores” (en comparación a los mencionados anteriormente) como lo son el divorcio, el abandono de chicos, la infidelidad, y otros tantos millones de seres destruidos.

Eso es el sexo. Una fuerza ferozmente poderosa, que bien usada da vida, felicidad y plenitud, pero que si se le da mal uso provoca devastación y muerte.


Cuando Dios, pensó en esta área del sacerdote, le pidió a Moisés que elaborara “calzoncillos de lino”. Es interesante de ver, que esta prenda, que permanecía oculta, estaba elaborada del mismo material que las prendas que estaban a la vista (lino) No había diferencia en la calidad de lo que se veía y lo que no se veía.

Perdóneme, voy a repetir esto:

No había diferencia en la calidad de lo que se veía y lo que no se veía.

Si bien hay una exposición brutal y descarada de lo sexual. Para una gran parte de las personas, este tema tiene que ver con lo privado y secreto. Y es así, que miles de “sacerdotes” en el mundo, llevan una vida de cierta “calidad” ante los demás, pero una vida deplorable en lo secreto.

No cuento con estadísticas, pero estoy seguro que debe ser esta (junto con el dinero) la causa mas importante, de la caída de pastores, ministros y lideres religiosos


Como dijo aquel pensador: “el carácter de un hombre, y quien es realmente, se podría descubrir, viendo lo que hace, cuando nadie lo ve”


Pero no olvide, lo vean los hombres o no, Dios espera que esta área tan importante de nuestras vidas (aunque oculta) Este elaborada del mismo material que nuestras áreas visibles.

Sacerdote, antes de irse, una pregunta, ¿el área sexual, en su vida, esta bordada, con los hilos de oro, de la santidad, o en esta faceta de su vida cristiana esta usted desnudo?